Es bastante frecuente confundir o no conocer la diferencia entre álbum digital y fotolibro, pues al final se trata de publicaciones, creadas por el propio usuario o por un profesional, que compilan una serie de imágenes.
Sin embargo, hay características que los distinguen, y que hacen que uno u otro sean más apropiados para determinados fines. Los materiales, dimensiones y técnicas de producción definen la diferencia entre un álbum digital y un fotolibro.
Diferencias por el tipo de hoja
La principal diferencia entre un álbum digital y un fotolibro radica en el soporte o tipo de papel en el que se imprimen las fotografías. Esto influye incluso en la cantidad de páginas que pueda tener el impreso y, por ende, en el número de fotos que podrás incluir.
Los álbumes se imprimen en papel estucado -con gramaje superior a 500 gramos- o en papel fotográfico. Con ambos materiales obtendremos unos lienzos mucho más rígidos y un grosor del lomo bastante significativo.
Por eso, los álbumes tienen una limitación con respecto al número de páginas, que generalmente no llegan a 100. Por el contrario, los fotolibros se elaboran con un papel similar al de los libros de arte, con un gramaje entre 150 y 200 gramos/metro2, por lo que las hojas son flexibles y tienen un menor grosor.
En consecuencia, puedes diseñar un libro de fotos de hasta 200 páginas sin ningún problema e incluir una gran cantidad de imágenes.
Tipos de impresión
El papel también incide en la técnica de impresión. Cuando se usa papel fotográfico el resultado será muy parecido al de las fotos reveladas con químicos. Para ello se utilizan equipos de impresión láser RGB, que es el sistema usado en fotografía profesional.
La impresión de los fotolibros, por el contrario, se realiza en prensas digitales con tintas electro-ink. El producto final se asemeja a cualquier libro ilustrado proveniente de una imprenta off set.
Tapas y encuadernación de los álbumes digitales y fotolibros
También difieren en el tipo de encuadernado. En Snappybook, para los álbumes de fotos utilizan el sistema de apertura plana o lay-flat. Este permite abrir el libro 180°, sin que se pierda ni un milímetro de imagen en el centro.
En el caso de los fotolibros, se utiliza el método estándar o Perfect-binding, con el cual las páginas y la cubierta se pegan juntas en el lomo con una goma térmica fuerte pero flexible.
En Snappybook usan PUR (Poly Uretano Reactivo), un pegamento de gran resistencia que permite abrir el libro sin que las hojas se despeguen, como sucede con otras encuadernaciones.
Con respecto a las tapas, las de los álbumes son rígidas y extragruesas, lo cual, combinado con el sistema lay-flat te permite dejarlos abiertos sobre la mesa sin que se pierda la página. Muchas personas los colocan así en las mesas de té, como una invitación para que sus visitas los ojeen.
Los fotolibros, por su parte, pueden tener tanto cubiertas rígidas como flexibles. Para las primeras se utiliza cartón reciclado, cubierto con papel fotográfico para que puedas crear portadas realmente llamativas. Las cubiertas flexibles se imprimen directamente y se les aplica un laminado brillante, para protegerlas de arañazos.
Formatos habituales de los fotolibros
Por último, y debido a las especificaciones técnicas de los equipos de impresión, existe una mayor variedad de formatos de álbumes digitales. En el caso de los fotolibros las opciones de tamaño son más reducidas.
En Snappybook ofrecen dos formatos cuadrados, de 20×20 cm y 30x30cm; así como dos horizontales, de 21×14 cm y 33×28 cm, y uno vertical, muy demandado, de 20×25 cm.
¿Qué cuesta más, el álbum digital o el fotolibro?
Aunque el precio no debería ser el factor determinante para elegir entre un álbum digital y un fotolibro, está claro que es un aspecto que no podemos pasar por alto.
Siempre deberían privar consideraciones como el uso que queramos darle a la publicación, el tipo y la cantidad de imágenes que vayamos a incluir y el acabado final deseado. Pero el bolsillo también impone condicionantes.
Como es obvio, los materiales empleados en la producción de un álbum de fotos son más costosos, por lo que tienden a tener un precio algo mayor.
Sin embargo, haciendo la comparativa entre ambos productos con igual número de páginas, notarás que el costo de un modelo básico de álbum es bastante similar al de un libro de fotos de tapa rígida, siempre que estés dispuesto a sacrificar algunos centímetros de tamaño.
¿Fotolibro o album digital?
Tanto uno como otro gustan mucho para atesorar recuerdos de viajes. Debido a la gran cantidad de imágenes que puedes incluir, permiten dejar registro de cada lugar visitado.
Hay quienes los hacen anuales, otros recogen en un solo volumen sus experiencias en un destino visitado varias veces a través de los años. Mientras que en el primer caso reflejan una vivencia concreta, en el segundo muestran la evolución de los lugares y las personas.
Ideas sobre temas para tu fotolibro o album digital
El segundo tema más frecuente es el que se refiere a los hijos. Llevar el registro del primer año de vida, con todos los avances y logros de los pequeños es una de las tareas que los padres primerizos asumen con mayor agrado, pues todo lo que hacen es un acontecimiento.
Si tu intención es tener un recopilatorio extenso de fotos, los fotolibros son muy adecuados, porque en sus páginas podrás reunir muchas fotografías. El álbum digital, por el contrario, es tu opción si deseas seleccionar más las imágenes, quieres fotos a doble página para que se vean bien y te gusta el aspecto y la apertura total180 grados.
Otra posibilidad realmente práctica es hacer un libro de fotos o álbum con los dibujos de los niños. Ya sabemos que en los primeros años son unos pintores prolíficos y resulta complicado organizar y guardar sus creaciones.
? ¿Buscas ideas para el Álbum de Comunión? ?
¿Por qué no reunirlas en un fotolibro o álbum digital? Puedes escanear los dibujos y añadir al lado notas con la fecha, edad y su explicación sobre lo que ha plasmado. Pasados unos años estamos seguros de que este libro os traerán entrañables recuerdos familiares.
También se usan para regalos con un toque muy personal. Los eligen las parejas para celebrar su aniversario, con un compendio de los momentos más significativos que han compartido. Igualmente muchos hijos o nietos los regalan a sus mayores para dejar constancia de la impronta que estos han tenido en sus vidas.
Usos del álbum digital y fotolibro para profesionales
Para quienes tienen alguna habilidad especial, los fotolibros o álbumes se convierten en una original alternativa. Por ejemplo, los amantes de la cocina pueden crear libros de recetas con las indicaciones para hacer los platos. Sin duda será un regalo muy apreciado.
Las empresas que se dedican a la producción de fotolibros y álbumes digitales han visto toda clase de publicaciones.
Esto es así porque las opciones son infinitas. Hay quienes llevan una bitácora visual con las vivencias de todo un año. Así se logran series biográficas que constituirán un legado invaluable para sus descendientes.
Otros han creado libros de firmas para ocasiones especiales. Se pueden colocar fotos previas al evento y dejar espacios en blanco para que los invitados apunten sus comentarios.
Para los profesionales de la fotografía, estas publicaciones han sido una oportunidad única de presentar una muestra de sus trabajos con gran calidad y facilidad de manejo.
Si te cuentas en este grupo, puedes hacer fotolibros y álbumes temáticos. Estos te servirán para mostrar a tus clientes tu talento. Puedes hacer uno de fotografía de eventos, otro de retratos, bodegones o cualquiera que sea tu rama de especialización.
Asimismo, como los fotolibros tienen el aspecto de cualquier libro de arte, han democratizado el mercado editorial. Son muchos los creadores que han publicado directamente sus libros, sin necesidad de una casa editorial que los respalde.
Su accesible costo de producción y la posibilidad de hacerlo bajo demanda, son clave para el crecimiento de este sector. Tal es la calidad de estos impresos, que incluso existen premios internacionales para fotolibros independientes.
¿Cómo hacer un fotolibro o álbum digital?
Hacer un fotolibro es mucho más fácil de lo que te imaginas. Además, es una tarea muy divertida. Lo primero es seleccionar las fotos que quieras incluir. Después solo tendrás que acceder a la página web de la empresa que vaya a imprimirlo, como por ejemplo Snappybook.
Allí puedes descargar gratuitamente el software que te permitirá maquetar el libro de fotos, de una manera muy intuitiva. Puedes elegir entre una gran variedad de muchas plantillas prediseñadas o asumir el reto de hacerlo tú mismo. Igualmente tienes muchos recursos para enriquecer tu diseño: fondos, marcos, viñetas, que puedes añadir a las páginas para darles mayor dinamismo.
Cuando consideres que ya tienes el material listo para impresión, solo tendrás que enviarlo a través de la misma página, elegir el modo de entrega y efectuar el pago. En pocos días tendrás en tus manos tu primera publicación.
Y para que no haya sorpresas con la factura, puedes previamente hacer una cotización online, al momento, indicando el tipo de fotolibro que quieres hacer y la cantidad de páginas. Sin necesidad de contactar con ellos, tú mismo podrás hacer el presupuesto y comparar entre sus diferentes productos.
Los fotolibros han ganado terreno en los últimos años. Son la forma más práctica de tener a la mano tus mejores fotos, organizándolas fácilmente y ocupando poco espacio.